Año de realización: 2008
Trabajos realizados: lectura estratigráfica de los alzados. Análisis documental.
Equipo de trabajo: Leandro Sánchez Zufiaurre, Blanca Renedo Villarroya, Susana Rescalvo González.
En el año 2088 realizamos el estudio arqueológico de los alzados de la iglesia de San Millán de Jungitu, en Álava. Nuestro trabajo reveló una importante secuencia histórico constructiva en la que pudimos identificar los restos de una torre medieval muy ligada al desarrollo estructural del templo. Inicialmente ambas obras, iglesia y torre, estaban separadas; las reformas realizadas en siglos posteriores provocaron su unión.
Pudimos identificar un total de cuatro fases:
- Edad Media. Documentamos dos edificaciones importantes. Por un lado el edificio religioso, con un tamaño menor que el actual, con nave rectangular y cabecera de la que desconocemos su morfología. Por otro lado una torre, de planta cuadrada y situada cercana al templo, aunque eran dos edificios exentos. La torre cronológicamente se puede encuadrar en torno al siglo XIV. La iglesia de San Millán se podría retrotraer a cronologías anteriores, seguramente del siglo XIII.
Ambas edificaciones se articulaban para el control del espacio y el territorio circundante.
Una vez realizado el estudio documental, nos dimos cuenta que existían la posibilidad de adscribir de la torre a dos familias. Se podía corresponder con la torre mencionada en un documento del siglo XVII perteneciente a la familia Landázuri. Pero en Junguitu se documenta también otra torre, perteneciente a la familia Ilárraza. No existen suficientes datos para poder certificar la pertenencia de la torre a una u otra de estas familias. En nuestro trabajo nos decantamos por la familia Landázuri, como dueños de la torre cuyos restos están integrando actualmente la estructura de la iglesia; pero para estar seguros de esta adscripción, sería necesario el estudio del palacio de los Landázuri, cercano al templo, y de la estructura urbanística del núcleo de Junguitu.
- Siglo XVI. En esta centuria se produce una ampliación de la nave del templo hacia el oeste, hacia el sur y también en altura. Todo ello implica la construcción de nuevas bóvedas en la nave y un coro alto, actualmente desaparecido. Además se introduce la portada al sur del templo, en arco apuntado con baquetones corridos.
Una de las obras más importantes de esta fase es la conversión de la torre medieval en capilla. Con la ampliación del templo ambas estructuras se unen definitivamente, y la torre pasa a tener un uso religioso convirtiéndose en una capilla. Sobre su muro sur se levanta una espadaña.
- Siglos XVII y XVIII. Se producen importantes obras. Se edifica una nueva cabecera ochavada y también el crucero, ampliando considerablemente la iglesia hacia el este. Se levanta una sacristía al noreste, una capilla (actualmente desaparecida) al norte y la torre para campanas al suroeste. Esta torre se articula en dos cuerpos; su obra implica la eliminación parcial de la torre medieval, reconvertida en capilla en la fase anterior. Además de estas obras, se construye un pórtico al sur sustentado por columnas en la planta baja y con un espacio cerrado de madera en su primer piso, que pudo servir como casa cural o almacén. En el interior del templo se levanta un púlpito y se coloca el retablo en el altar mayor.
- Siglos XIX y XX. En esta última fase se llevan a cabo obras variadas, afectando tanto al interior como al exterior de la iglesia. En el interior se realiza un maestreo que regulariza los alzados del templo. En el norte de la nave se abre un baptisterio, y en el interior del muro sur, enfrentado a él, un armario. A los pies del templo se hace un nuevo coro, esta vez bajo, al que se accede por medio de tres gradas de piedra. Se pinta el crucero con imágenes bíblicas, motivos cruciformes y vegetales, se cambia la cubierta del templo y se crea un cementerio adosado al oeste. Todo ello junto con reformas menores dotan al templo del aspecto con el que ha llegado hasta la actualidad.